domingo, 25 de agosto de 2013

Los errores que no repetiré cuando tenga otro hijo

Como bien dice el título del post, todas cometemos errores de novata cuando tenemos el primero. Voy a recapitular por encima los que cometí yo, hasta ahora. Me servirá tanto para recordarlo cuando vaya a tener otro, y no repetirlos, como para los que vayan a ser papás primerizos.

- El primero y fundamental fue dejarme llevar por las prisas y la desesperación. Como se retrasó un poco, dejé que me hicieran la maniobra de Hamilton o separación de membranas. Suele provocar el parto porque sueltan el polo inferior de la bolsa amniótica. No me avisaron, pero yo sabía que lo iban a hacer. Me rompieron la bolsa y mi niño nació, como ya me dijo una doula, prematuro de 41 semanas.
- Dejar que viniera tantísima gente al hospital a la vez. Se juntaron casi 10 personas a las 12 horas de dar a luz. Horrible por el agobio de tanta gente. Que hubiera sido mucho más llevadero y agradable con visitas ligeras.
- Agobiarme por hacer la comida y las tareas de la casa con un recién nacido. Imposible poner horarios dando la teta. Im-po-si-ble.
- Dejarme llevar por los opinólogos y no dormir con mi peque. El primer mes me lo pasé durmiendo menos de 4 horas, entre dar la teta por la noche, conseguir que el niño se durmiera profundamente y no se despertara al ponerlo en la cuna, recoger y apagar todas las luces y acostarme en la cama antes de que se volviera a despertar. Fue espantoso por el agobio de dormirme, dormirle... Hubiera sido todo muchísimo más sencillo tenerle a mi lado en la cama y cuando tuviera hambre, sacar la teta y listo.
- Tener miedo de que se fuera a romper al cogerlo los primeros días. Los recién nacidos dan miedo, parece que son frágiles y extremadamente delicados. Lo son, pero no son fáciles de romper. Se pueden coger sin miedo y moverlos. Un apunte, si se hacen caca hasta arriba, es más cómodo desnudarles y limpiarlos bajo el grifo de agua templada-calentita, que intentar limpiarlos con toallitas.
- Dejar que las opiniones y experiencias de los demás me influyeran en lo que yo creía que es lo correcto. Por muy claras que tengas las cosas, cuando estás en el puerperio reciente es muy fácil que te influyan y te hagan dudar.
- Dejarme llevar por la frustración y tener unas expectativas irreales de lo que es un bebé. Eso me hizo ponerme furiosa y nerviosa, y al final dar algunos gritos (seamos justos, no fueron demasiados, pero alguno fuera de lugar hubo).

Estoy segura de que he cometido más errores, y cometeré muchos más, está claro. Pero intentaré que estos no se repitan. Espero también que esto ayude a más papás para tener más paz interior y no desquiciarse como me pasó a mi en algún momento ;).

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